No se debe justificar el hurto laboral, pues esta falta es completamente sancionable con el despido, pero hay noticias que sería mejor no darlas con tanta crudeza si se tiene en cuenta que la situación de penuria de Yurena es casi la misma que la de los indigentes usuarios del albergue, pues ella trabaja a tiempo parcial, es víctima de violencia de género y vive como okupa ya que con su sueldo de 400 euros al mes no le alcanza para pagar un alquiler, tras haber sido derruída la chabola en la que vivía con sus hijas. Habría sido más sensato y humano sancionarla de una manera menos traumática.
La noticia es indignante si se tiene en cuenta que se produce en el mismo día en que se ha dado a conocer que el ex-alcalde socialista de Punta Umbría compró 80 kilos de pez espada, 1.000 litros de aceite y 20 muñecas de lujo de comunión, cuyas facturas cargó a la Junta. Este sujeto dimitió voluntariamente al estar involucrado en el presunto fraude de los cursos de formación, por los que percibía sabrosas subvenciones. Nadie le afeó su conducta sino que dijo adiós entre los aplausos de sus simpatizantes.
La noticia también coincide en la misma fecha en que se ha publicado que el PP todavía no ha expulsado a sus 9 concejales y otros 9 asesores implicados en el presunto blanqueo de dinero para la financiación irregular del partido en Valencia. Solamente, y a petición de los propios investigados, han sido suspendidos cautelarmente de militancia, pero conservando sus actas y sus sueldos cuantiosos. A Rita ,"la mejor", ni la tocan. Ella puede seguir asistiendo una vez al mes a su puesto en el Senado y cobrando más de 9.000 euros por su duro trabajo.
Las comparaciones son odiosas, pero, a veces, muy necesarias para que se puedan contrastar las dos varas de medir que se emplean según se trate de juzgar a políticos corruptos o a currantes menesterosos.
Amigo Alfonso esto es Españistan, donde la justicia es implacable siempre con los mismos, los de abajo.
ResponderEliminarGracial por escribir.
Gracias a tí por leer, pensar y opinar
EliminarDescribes un escenario real como la misma pena que nos produce a cuantos sabemos y somos conscientes de la situación de demasiados conciudadanos. En primer lugar me atrevo a pedirte que ni siquiera con el ánimo de subrayar el problema, entiendo que por eso ha sido, debiera figurar la palabra mangar, salvo que estemos dispuestos a aceptar que todos los que de vernos en la misma situación, por nuestros hijos hemos hecho lo que ha sido necesario y seguro, haríamos lo que hizo Yurena por sus hijas y por tanto seríamos potenciales mangantes.
ResponderEliminarLa pena y la falta es de los jefes de ésta, tanto si no les importaba o no conocían la situación de su empleada-colaboradora, para ponerle remedio inmediato. Creo que fue San Pablo quien predicaba que la caridad empieza por uno mismo, por casa, suele decirse.
Los ricos no mangan, a ellos se aplican términos legalistas que parecen difuminar su egoísmo, su falta de respeto al Estado y a las personas, y por ende, hasta su responsabilidad ante los jueces. No es nuevo, el pueblo llano siempre lo dijo, robas un pollo para comer y te pudres en la cárcel, por el contrario, los que roban, ¡oh¡, perdón, hacen desaparecer miles, cientos de millones son tratados como magos.
Parece, repito, solo parece que, de momento sopla una leve brisa que pretende apartarla la corrupción de la vida pública, ahora, ya, es urgente que al mismo tiempo se ponga remedio a tanto paro y a tanta precariedad en el poco trabajo que se ofrece. Mientras tanto, habrá que poner en marcha, o potenciar políticas sociales que no permitan que una madre tenga que "mangar", para alimentar a sus hijas.
Por otra tercera via, convendría adelgazar la Administración y ajustar los sueldos de los políticos a la misma legislación que regula la del resto de los funcionarios de a pié.
Saludos cordiales
Paco Corpas
El verbo robar me parecía demasiado duro. por eso me incliné por mangar, pero tienes razón en lo que dices. Los poderosos no roban ni mangan sino que "desvían" para sí lo que es de todos o hacen "apropiaciones indebidas". Ojalá que esa leve brisa cobre fuerza y barra la corrupción que invade hoy por hoy la vida pública.
ResponderEliminarGracias por tu comentario que es muy completo.
Robar, mangar o desviar para ti lo que no es tuyo, da lo mismo. Todo consiste en apropiarte de lo otro. Pero debería de haber varias escalas para delitos de apropiación indebida. Los que creemos tener la conciencia limpia, pensamos que tomar algo insignificante e imprescindible para vivir, no debería llamarse robo ni hurto ni nada por el estilo. Porque si a los delitos de las Yurenas los consideramos merecedores del gran castigo de ponerlas “de patitas en la calle” ¿qué dejamos para todos los políticos corruptos que han llevado este país a la miseria?. ¿Y los dirigentes de los bancos que se han asignado sueldos millonarios y altísimas jubilaciones?. ¿Y los que han amasado ingentes fortunas con malas artes y las han trasladado a PARAISOS FISCALES?...
ResponderEliminarAmigo Alfonso: La conocida historia de tu Yurena merecería que viniera el mismo Jesucristo y volviera a decir: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”
Muy acertada me ha parecido tu reflexión sobre la desafortunada Yulena. Sigue escribiendo, que vas por buen camino.
JGM.
Con tus reflexiones y preguntas, completas y mejoras
ResponderEliminarmuy acertadamente las ideas que he querido transmitir en mi artículo. Aprendo mucho con tus comentarios. Gracias por todo.
Maleducadamente hablando, se puede afirmar que el mundo es un redondo zurullo (o cerullo/serullo en castizos idiolectos) poblado por demasiada gente cuyas neuronas anidan en el ojete. Digo tal porque todo induce a pensar que esto, la humanidad, la sociedad avanzada, es una mierda, sin perdón por la expresión.
ResponderEliminarEl robo y la estafa son los cimientos de esta sociedad en la que las personas, para conocerse, se preguntan las unas a las otras "¿Tú qué eres?" —raramente se pregunta quíén o cómo eres, que sería lo lógico, lo humano, lo sentimental, lo suyo para entablar una amistad— y se espera una respuesta orientada al trabajo, a la ocupación vital, al dinero y a la posición social. Nadie responderá "ladrón", "caco", "carterista", "ratero", "cleptómano", "descuidero", "chorizo", "mangante", "saqueador", "timador", "bandido", "atracador", "maleante" o "cuatrero". Sin embargo, lo que este sistema produce son personas que tienen cabida en uno o varios de los conceptos expuestos y de otros sinónimos que no constan en el listado.
El robo, glorificado y sacralizado por los popes, los papas y otros sacros hechiceros que gobiernan a quienes nos gobiernan, es la sustancia espiritual que, a falta de alimento, nutre el alma de un mundo desalmado. ¿Qué son las eléctricas, qué las telefónicas, qué la banca privada, qué las concesionarias de servicios públicos privatizados, o la legión de sacerdotes que ocupan los escaños de los parlamentos? Una mierda, son la parásita mierda que pulula en la cueva del Ibex35, a cuerpo de rey, antaño conocida como cueva de Alí Babá. El sistema al que se somenten, y nos someten, PP, PsoE y C´s, se basa en el robo a gran escala, en la estafa —crisis la llaman— liberal o neoliberal que sólo discrepan una y otra ideología en la profundidad de su dentellada. Roban salarios, roban plusvalías, roban calidad de producción, roban el tiempo, roban las vidas, roban el pensamiento y la dignidad de la masa trabajadora. Y no pasa nada: son los triunfadores, los modelos a imitar, un ideal para los robados.
De los papeles de Bárcenas, hemos pasado a los papeles de Panamá, de la lista de mangantes patrios —extensa y dolorosa por la impunidad— al listado de predadores universal —infinita e interminable, aún hay más—, del hurto famélico al saqueo global. Ahí está el dinero que a todos y a todas nos falta, ahí la ausencia de ética y moral, ahí la esencia del sistema, ahí rodeados los ladrones y las estafadoras de sangrante impunidad.
El débil, en 48 horas, partido en dos por la espada de la Justicia; el poderoso, entero hasta la eternidad. Al paredón Yulema mientras las hienas se mueven en libertad.
Por muy educadamente que se pretenda ser y opinar, lo cierto es que España se ha convertido en una enorme ciénaga llena de inmundicia, en donde el ambiente es irrespirable para los ciudadanos de a pie, mientras que los poderosos corruptos dotados de máscaras y empresas pantallas se mueven a su gusto y con la mayor impunidad. Y cada día aumenta la camada de defraudadores que, como los Pujol, siguen intocables.
ResponderEliminar¿Hasta cuándo?
No se puede ser más claro y luchar más de lo que tú
lo haces con este valiente comentario.
Amigo Alfonso gracias por escribir.
ResponderEliminarhttps://lucentinos.wordpress.com/
Gracias a vosotros por leer, pensar y animar a la lectura. Es un buen estímulo para el que escribe.
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