jueves, 20 de diciembre de 2012

MALA IMAGEN, PEOR EJEMPLO




Va a cumplir los 69 años de edad y, por tanto, ya podría y debería estar jubilado. Pero no, Don Gonzalo Moliner se siente joven y es el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, dos altísimos cargos que acumula desde Julio, cuando el "sufrido" Carlos Dívar dimitió por las razones que todos conocemos. 
   
  Pues bien, Don Gonzalo acaba de hacer unas declaraciones muy desafortunadas, por no decir escandalosas. Ha dicho este señor en RN  que, como consecuencia de la dimisión de Carlos Dívar, el CGPJ ha aprobado un "reglamento tan restrictivo" con el control del gasto que ahora le obliga a pedir permiso para los desplazamientos oficiales y a viajar en clase turista, lo que, según él, es excesivo, tremendo y no transmite  "la mejor imagen" sobre quien ostenta DOS de los más altos cargos del Estado. Se ha referido a viajes en Ave y avión. Del resto de los viajes que realiza en coche oficial, con chófer y escolta incluídos, no ha hecho mención alguna.

 Uno cada día entiende menos estas cosas. ¿Cómo es posible que dos cargos tan importantísimos y que requieren plena dedicación puedan ser desempeñados a la perfección por una sola persona de sus años? El sueldo asignado a cada uno de estos cargos es de más de 130.000 euros              anuales (casi dos millones de pesetas al mes) ¿Cobra por los dos? ¿No sería más justo y productivo, en esta época de paro, que esos cargos fuesen desempeñados eficazmente por dos personas distintas?
  
  Por otra parte, este personaje se lamenta de tener que viajar en clase turista y no en preferente o en business, de acuerdo con su dignidad profesional. ¿Por qué esa queja?  Si este prócer es un altocargo que cobra abundantemente de nuestros impuestos y no está conforme con viajar en turista, que ponga de su bolsillo la diferencia pues dinero recibe de sobra. 

  En cuanto a la mala imagen que él teme dar viajando en turista, como hace resto de la ciudadanía, se le podría argumentar que un servidor público no da mala imagen, sino buen ejemplo, viajando junto a los demás. En donde el pueblo ve mala imagen es en las semanas caribeñas, en los 12 días de asuntos propios y en el resto de privilegios de su estamento.

 No mala, sino lamentable es la imagen que ofrecen titulados superiores de todas las edades esperando turno en la cola del paro. Penosa es la imagen de cualquier pobre buscando comida en los contenedores de basura. Trágica la imagen de muchas personas desempleadas acudiendo a los comedores de caridad. Dramática la imagen de las familias que acaban de recibir el último aviso de desahucio. Terrible la imagen de miles de nuestros jóvenes saliendo del país para buscar trabajo, en lo que sea, fuera de su tierra.

 Todo eso, señoría, es  la pésima imagen que nos duele en la España actual.  Lo suyo, excelentísimo señor, sus declaraciones,  no dan mala imagen, sino un mal ejemplo que ya va siendo demasiado frecuente, por desgracia. 

sábado, 15 de diciembre de 2012

LAS REFORMAS Y SUS...¿FRUTOS?


    Vaya disgusto nos acaba de dar Intermond Oxfam afirmando en su informe anual que España llegará a tener 18 millones de pobres en 2022  y que tardaremos 25 años en recuperar los niveles del estado de bienestar anterior. Se me hiela el cuerpo con la noticia. Menos mal que  Rajoy, al salir del Consejo Europeo y en rueda de prensa, ha anunciado con rostro alegre y amplia sonrisa, que se descarta el rescate a España y que las reformas estructurales comienzan a dar sus frutos. Casi no me lo creo, pero esta buena noticia, recogida en el diario Cinco Días, la deseo tanto que me quiero convencer de que es cierta.  La releo y, efectivamente, Rajoy dice sentirse satisfecho porque la reforma comienza a dar sus frutos reduciendo el déficit y y mejorando la competividad.  

   Ojalá que así sea, pero es difícil de creer porque en la misma página del citado periódico y unas líneas más abajo se anuncian noticias que desmienten el optimismo de Rajoy. Y son que Supersol, Ficosa y Gamesa aplican sus ERES y despiden cada una a más de 300 empleados. Que Caja España-Duero recortará 1.000 empleos y pedirá a Bruselas 600 millones de ayuda. Y que la deuda pública alcanza su nivel más alto en 100 años. Todo, como digo, en la misma página del periódico. Si a esto se le unen las noticias confirmadas hace un par de días de que:

   Bankia despedirá a 5.000 empleados y rebajará el sueldo un 40% al resto de la plantilla.
   Iberia echará a 4.500 empleados para reducir sus pérdidas de 1 millón de euros diarios.
   Novagalicia despedirá a 2.500 empleados y Telemadrid a 925,  etc...etc.
   
  Cuando se leen estas cosas, cuesta mucho creer que vamos por buen camino. El gobierno repite que todos los recortes son inevitables para salir de la crisis y los medios afines insisten en que se están tomando las medidas acertadas. Pero la mayoría del pueblo llano no lo entiende así. ¿No sería más acertado prescindir del Senado y las Diputaciones? ¿No sería más rentable lograr que los 63 diputados que tienen piso en Madrid dejasen de percibir los 1.800 euros mensuales que cobran por dietas de alojamiento, aparte de su sueldo? ¿No sería más justo eliminar varios miles de políticos improductivos y sus muchos privilegios antes que reducir médicos, profesores, becas de estudios y  ayudas a la dependencia? ¿No se deberían recortar brutalmente las subvenciones millonarias a sindicatos y CEOE, así como a las Fundaciones Faes del PP (527.000 euros) e Ideas del Psoe (238.000 euros) y a las del resto de partidos políticos? ¿Por qué no se les aplica la tijera?

   Que cada uno saque sus conclusiones. Yo ya tengo las mías: El primer objetivo de todos los gobiernos no es el bien común general, sino el suyo particular y el de su partido. Y además, con descaro.