Va a cumplir los 69 años de edad y, por tanto, ya podría y debería estar jubilado. Pero no, Don Gonzalo Moliner se siente joven y es el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, dos altísimos cargos que acumula desde Julio, cuando el "sufrido" Carlos Dívar dimitió por las razones que todos conocemos.
Pues bien, Don Gonzalo acaba de hacer unas declaraciones muy desafortunadas, por no decir escandalosas. Ha dicho este señor en RN que, como consecuencia de la dimisión de Carlos Dívar, el CGPJ ha aprobado un "reglamento tan restrictivo" con el control del gasto que ahora le obliga a pedir permiso para los desplazamientos oficiales y a viajar en clase turista, lo que, según él, es excesivo, tremendo y no transmite "la mejor imagen" sobre quien ostenta DOS de los más altos cargos del Estado. Se ha referido a viajes en Ave y avión. Del resto de los viajes que realiza en coche oficial, con chófer y escolta incluídos, no ha hecho mención alguna.
Uno cada día entiende menos estas cosas. ¿Cómo es posible que dos cargos tan importantísimos y que requieren plena dedicación puedan ser desempeñados a la perfección por una sola persona de sus años? El sueldo asignado a cada uno de estos cargos es de más de 130.000 euros anuales (casi dos millones de pesetas al mes) ¿Cobra por los dos? ¿No sería más justo y productivo, en esta época de paro, que esos cargos fuesen desempeñados eficazmente por dos personas distintas?
Por otra parte, este personaje se lamenta de tener que viajar en clase turista y no en preferente o en business, de acuerdo con su dignidad profesional. ¿Por qué esa queja? Si este prócer es un altocargo que cobra abundantemente de nuestros impuestos y no está conforme con viajar en turista, que ponga de su bolsillo la diferencia pues dinero recibe de sobra.
En cuanto a la mala imagen que él teme dar viajando en turista, como hace resto de la ciudadanía, se le podría argumentar que un servidor público no da mala imagen, sino buen ejemplo, viajando junto a los demás. En donde el pueblo ve mala imagen es en las semanas caribeñas, en los 12 días de asuntos propios y en el resto de privilegios de su estamento.
No mala, sino lamentable es la imagen que ofrecen titulados superiores de todas las edades esperando turno en la cola del paro. Penosa es la imagen de cualquier pobre buscando comida en los contenedores de basura. Trágica la imagen de muchas personas desempleadas acudiendo a los comedores de caridad. Dramática la imagen de las familias que acaban de recibir el último aviso de desahucio. Terrible la imagen de miles de nuestros jóvenes saliendo del país para buscar trabajo, en lo que sea, fuera de su tierra.
Todo eso, señoría, es la pésima imagen que nos duele en la España actual. Lo suyo, excelentísimo señor, sus declaraciones, no dan mala imagen, sino un mal ejemplo que ya va siendo demasiado frecuente, por desgracia.
Muy acertado este articulo y muy bien expuesto el pensamiento que como yo, creo que tienen todas las personas honradas de este país que ya están cansadas de esta clase de individuos.
ResponderEliminarConsidero que las declaraciones de este individuo son cuando menos incendiarias pues con lo que esta cayendo en este país no se como no se mete fuego cuando escucha uno a estos personajes.
ResponderEliminarSaludos