Lo ha dicho así de fresca. La diputada Celia Villalobos no ha tenido reparo en declarar que está "divina de la muerte y quiere seguir trabajando y jubilarse a los 80 años". Esto de trabajar lo dice ella, que presidía el congreso el día fijado para el debate sobre el estado de la nación y durante la intervención del presidente Rajoy, en las horas políticamente más intensivas del año, ella, repito, fué sorprendida jugando a los marcianitos en su ipad. (Una cámara oportuna descubrió su actividad).
Y cualquiera se pregunta: si esto lo hace ese día en horas de trabajo y presidiendo un importante debate televisado a España entera, a qué se dedicará esta "joya" en su despacho sin cámaras por medio.
Ya está bien. Da vergüenza leer y oír en todos los medios y foros, que hay muchos políticos trabajadores y honrados. De acuerdo, pero también hay bastantes que viven del cuento y demasiado bien pagados para el trabajo tan cómodo que realizan. Pero ella no dijo nada del sueldo que cobra por su "dura" labor. Veamos.
La diputada del PP y presidenta de la comisión de seguimiento del pacto de Toledo, Celia La Divina, tiene unos ingresos de 85.800 euros anuales, de los cuales 25.000 están libres de impuestos. Esto equivale a 7.150 euros al mes, lo que muchos trabajadores no ganan en todo un año. Así se comprende que quiera jubilarse a los 80. Además, ha dado unos consejos que han indignado a la mayoría de la sociedad española. Por ejemplo:
- Que los jóvenes de ahora, si ingresan 2 euros cada mes para un plan de pensiones, cuando les llegue la edad de jubilación, allá por los 67 ó 70 años, tendrán una cantidad más jugosa que la que les quedará con la sola pensión pública. (Muy mal hecho está este cálculo pues ahorrar 1.200 euros en 50 años, no llega ni a limosna). Y más aún:
- Que aquellos asalariados que perciben un sueldo mensual aproximado a la media de 18.000 euros, deben dedicar una parte del mismo a un plan de pensiones privado, que le permitirá vivir con desahogo cuando dejen el trabajo. (Es fácil adivinar por indicación de quién habrá dado este consejo). Y el broche final:
- Que "hay un número importante de jubilados que está más años en pasivo, cobrando la pensión, que los que estuvieron en activo trabajando". Esto lo dice ella, que lleva más de 30 años viviendo de la política con un sueldazo y casi sin esfuerzo.
Con esta clase de declaraciones, la diputada Villalobos no sólo ofende a la ciudadanìa en general, sino que hasta es posible que esté contrariando a los militantes y simpatizantes de su propio partido. Curiosamente, nadie de los dirigentes le ha reprochado nada, sino que ahí seguirá, impertérrita, luchando por España y aniquilando marcianitos en el congreso.
Como en 2010 ya le otorgaron merecidamente la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Cátolica, es posible que dentro de unos años el Gobierno le conceda también la medalla al Mérito en el Trabajo por su continuada labor ejemplar. Todo podría ser. Al tiempo.
- Que los jóvenes de ahora, si ingresan 2 euros cada mes para un plan de pensiones, cuando les llegue la edad de jubilación, allá por los 67 ó 70 años, tendrán una cantidad más jugosa que la que les quedará con la sola pensión pública. (Muy mal hecho está este cálculo pues ahorrar 1.200 euros en 50 años, no llega ni a limosna). Y más aún:
- Que aquellos asalariados que perciben un sueldo mensual aproximado a la media de 18.000 euros, deben dedicar una parte del mismo a un plan de pensiones privado, que le permitirá vivir con desahogo cuando dejen el trabajo. (Es fácil adivinar por indicación de quién habrá dado este consejo). Y el broche final:
- Que "hay un número importante de jubilados que está más años en pasivo, cobrando la pensión, que los que estuvieron en activo trabajando". Esto lo dice ella, que lleva más de 30 años viviendo de la política con un sueldazo y casi sin esfuerzo.
Con esta clase de declaraciones, la diputada Villalobos no sólo ofende a la ciudadanìa en general, sino que hasta es posible que esté contrariando a los militantes y simpatizantes de su propio partido. Curiosamente, nadie de los dirigentes le ha reprochado nada, sino que ahí seguirá, impertérrita, luchando por España y aniquilando marcianitos en el congreso.
Como en 2010 ya le otorgaron merecidamente la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Cátolica, es posible que dentro de unos años el Gobierno le conceda también la medalla al Mérito en el Trabajo por su continuada labor ejemplar. Todo podría ser. Al tiempo.
La pobre diputada anda cabizbaja en la dura competencia por ser la bien pagá. Le gana por goleada una tal Leonor que, sin tener la necesidad de dar un palo al agua, tendrá un sueldo superior a los 100.000 euros cuando cumpla 18 años y el cargo hereditario de Jefa del Estado y Generalísima de los Ejércitos. La pobre Villalobos, plebeya provinciana, hace lo que puede para sobrevivir. En una España injusta, sabe que no puede aspirar a ser la reina y desempeña con eficacia el papel de bufona.
ResponderEliminarLa pobre diputada anda cabizbaja en la dura competencia por la Medalla al Trabajo. Le gana por goleada en la competición un tal Alfonso Guerra, de su misma cuerda gremial, con cerca de 40 años dedicados en exclusiva a las arcas públicas. Y, además, es hombre. Y, como hombre, es natural poseedor del derecho a cobrar más que ella, como ha ratificado recientemente ese prodigio de la elocuencia que tenemos como presidente.
La pobre diputada anda cabizbaja en la dura competencia por los focos mediáticos. Le ganan por goleada cualquiera de los ineptos, cualquiera de las ineptas que seducen al pueblo con la pirotecnia verbal catalana o venezolana. Ella, la primera de las segundonas, se contenta con petardazos de calado barriobajero y senil que compiten duramente con coheteros de porte como Juan y Medio en esta que es su Andalucía. Se trata de que hablen de una, aunque sea mal, pero que hablen.
Cumple bien con su trabajo doña Celia. Por un lado, avisa y previene de la que se avecina para los y las jubiladas, en la línea de lo que su partido neoliberal viene históricamente reclamando: la desaparición de las pensiones públicas en beneficio de las privadas. Por otro, distrae al personal, bufona profesional donde las haya, de la corrupción sistémica practicada por esa banda de maleantes que funciona como partido político y de la que ella es militante de primera fila.
Grande, doña Celia. Grande la ignorancia que le permite seguir siendo elegida diputada elección tras elección.
Lo de verdaderamente lamentable e incomprensible es que estas joyas sigan siendo votadas por una gran parte de la ciudadanìa que los consideran, si no listos y competentes, los creen al menos conseguidores de ciertos beneficios generales, cuando en realidad casi todo los hacen buscando sus intereses personales como bien claramente lo dejó Zaplana cuando dijo que estaba en politica para forrarse.
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ResponderEliminarPara haber sido alcaldesa de Málaga, ministra de Sanidad y diputada tantos años, qué meritos tiene esta mujer?
Está casada con Pedro Arriola, el asesor del PP y de M.Rajoy en todos los asuntos y campañas, el cual también se lleva una pasta millonaria por este asesoramiento. Nadie sabe, visto lo visto, qué otros méritos tiene esta mujer para haber llegado tan alto y mantenerse ahí durante tantos años.
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