La noticia no me la puedo creer. La he tenido que leer varias veces para asegurarme si era verdad o puro cachondeo, pero es totalmente cierta. Para que luego digan algunos que la justicia en España es muy blanda o poco seria. Las cosas han sido más o menos así y ha ocurrido en Vigo, la misma ciudad en la que hace pocos años fueron juzgados unos vigueses para los que pidieron cárcel por robar varios "cruassanes".
"Este tío se va a cagar". Esto es lo que debieron decir el encargado, los empleados de seguridad y las mujeres de la limpieza cuando vieron llegar al Centro Comercial La Plaza Elíptica a un "sintecho" que, al parecer, hacía desaparecer los rollos de papel higiénico cada vez que entraba en el retrete. No era la primera vez y los tenía mosqueados. Montaron la oportuna vigilancia de cámaras, avisaron a los agentes y al salir de los servicios detuvieron al "peligroso" ladrón.
Y aunque en el macuto del okupa no encontraron el cuerpo del delito, el fiscal ha visto indicios "sólidos" para acusarle del delito de "dar de cuerpo" y de llevarse varios rollos de papel higiénico que presuntamente utilizaba de manera fraudulenta en ese menester. Aunque el robo no lleva el agravante de "mano armada", el fiscal no ha dudado en pedir para el "caganet gallego" 30 meses de cárcel por "robo con fuerza", ya que le acusan de haber roto los precintos que sujetaban los rollos. El ladronzuelo durante el juicio se cagó de miedo y confesó su verdad, es decir, que él había cogido en una ocasión varios rollos de los carritos de las limpiadoras, pero que nunca forzó candado alguno.
Esto es lo que hay en nuestra España querida. Tenemos un país lleno de contrastes. Mientras que los de guante blanco desvían millones a paraísos fiscales desde el ordenador sin romper el aire; mientras los de los Eres falsos torean millones como si fuesen caracoles: mientras julianes y rocas se llevan sobres millonarios a cara descubierta, a este okupa sintecho le va a caer todo el peso de la ley por limpiarse el culo con derroche de papel. No se puede consentir tanto despilfarro, habrán dicho en los juzgados, en donde se apilan en el suelo expedientes tan importantes como el caso Naseiro, el Campeón o la operación Pokemon.
Si Pedro Pacheco nos diera su opinión sobre este asunto posiblemente no nos diría ya que aquí la justicia es un cachondeo, sino una mierda. Con perdón.
Efectivamente, Ildefonso, lo de las dos varas de medir, escandalosas, es una triste realidad, como tú, incansablemente, vienes diciendo en tu interesantísimo blog.
ResponderEliminar"Así son las cosas y así se las hemos contado...", como solía acabar un presentador de telediarios TVE hace ya algunos años sus intervenciones diarias. "Es lo que hay", que decimos de forma más castiza.
Estas formas de medir, distintas por supuesto pero también provocadoras, incendian nuestro vivir, pacífico y tranquilo, impeliéndonos a manifestaciones, yo creo que espontáneas y con seguridad no suficientes, como las vividas el día 25 de septiembre y siguientes.
Ante estos dos comportamientos, tan dispares y excluyentes el uno del otro hay, sin embargo, algunas cuestiones que a mí, personalmente, me preocupan e inquietan...
1.- Son las leyes las que preven esta interpretación, tan dura e inflexible con el "caganet ajusticiado", por ejemplo, y tan laxas con la administración bancaria que "esfumó"/dilipendió nada menos que 23.000 millones de euros? Si así es, hay que cambiarlas..., si es verdad que los españoles somos "iguales ante la Ley". Derecho irrenunciable, por otra parte... Y que el peso de la justicia caiga sobre quien tenga que caer.
2.- O las leyes están bien hechas, pero son los jueces quienes tienen esta "amplitud de mira" para juzgar y fallar a su antojo? Puede, para ellos, ser una cosa blanca y también negra al mismo tiempo? Es esto lo que entienden por "independencia" del poder judicial, por cuanto de un proceder tan arbitrario no tienen que rendir cuentas a nadie?
3.- No será que, al final pero también al principio, todo va a ser/depender del color del cristal con que se mira? Si así es, qué triste realidad la nuestra...
Intuíamos que algo de eso había pero, hasta ahora, no habíamos tenido ocasión de "disfrutarlo". Impensable hace sólo unos meses, y posiblemente también del todo imprevisible en los meses venideros.
Que dios nos pille confesados! Por supuesto.
Pero algo también toca ya hacer.
O no?