Heráclito, filósofo griego del 535 a.C., definió la realidad y el ser con su famoso "todo fluye", esto es, que todo cambia. Sin embargo, su coétaneo y paisano Parménides se inclinó por lo contrario, es decir, con su "todo permanece". En cambio, Ortega y Gasset, el mejor filósofo español del s.XX, cuando se definió como "Yo soy yo y mi circunstancia", no quería decir otra cosa que "todo depende", todo es relativo.
Pues bien, si cualquiera de ellos pudiera darse una vuelta por la España actual, posiblemente acabarían coincidiendo en una sola frase: "Todo es corrupción".
Reconozco que la cosa viene de muchos años antes. Que hubo corruptos en el franquismo, en la transición, en el felipismo, en el aznarismo, en el zapaterismo, pero lo que se está destapando ahora es ya putrefacción, porque, según un informe de la Comisión Europea, "para el 95% de los españoles la corrupción está generalizada".
Ni la institución monárquica, ni su entorno más próximo, ni el poder ejecutivo gobernante, ni el legislativo, ni el judicial, ni bancos, ni sindicatos, ni patronal, ni autonomías, ni ayuntamientos se ven libres de frecuentes casos de corrupción. España, por más que mejore la prima de riesgo y se maquillen las cifras del paro, no va bien, huele muy mal y está al borde de la putrefacción: pelotazos, tráfico de influencias, cohechos, sobornos están presentes en todos los estamentos y a diario.
Casi nada se salva. Sociedades como SGAE, Fundaciones como Ideas, Liceos como el catalán, partidos políticos, sindicatos, diputaciones, alcaldías, grandes empresas, onegés. Hasta los clubs de fútbol están llenos de trampas putrefactas con lo público. Se autoriza centuplicar presupuestos iniciales para hacer estadios, autovías y aeropuertos sin uso, mientras que se intenta cerrar hospitales, guarderías, residencias de ancianos y recortar salarios y becas de estudios. Hoy mismo dice el diario El Confidencial que "un abogado de la Gurtel, planteó a Correa y Bárcenas la posibilidad de conseguir la libertad a cambio de una suma millonaria a varios policías".
Tenemos una Justicia que no ve indicios para imputar a una infanta universitaria y diplomada, pero ignorante. Un fiscal que en lugar de acusar, la defiende. Tenemos un Estado que rescata a una banca que luego desahucia a los pobres. Un partido pagador de un increíble sueldo "diferido" y abogados defensores al tesorero que les robó gran cantidad de millones durante más de 15 años. Unos dirigentes sindicales que se apropian de las cuantiosas ayudas destinadas a la formación y a los parados. Unos condenados como Jaume Matas, del Nido, Julián Muñoz, Ortega Cano, que no entran en prisión porque solicitan indulto. Gobiernos que indultan a banqueros, a políticos corruptos, a traficantes de droga y hasta algún kamikaze criminal. Todo está infectado.
¿Quién se explica todo esto? El pueblo reclama a voces a toda la casta política una regeneración que por ningún lado se vislumbra. Por el contrario, se intenta aprobar una ley-mordaza sin derecho a la reclamación y el pataleo. ¿Hasta cuándo vamos a seguir siendo engañados?
Leyendo hoy tu artículo, querido Alfonso, me queda la sensación, como a tantas personas en este país, de que estamos al borde del Apocalipsis, de que este país esta irremediablemente condenado, de que todo está decididamente perdido...
ResponderEliminarSin embargo, veo también que la situación empeora cada día, que los gastos no estrictamente justificados aumentan sin control, que hasta hace unos días, muy pocos, este país estaba sobradamente con la media de países. En derechos y obligaciones. Que éramos un pueblo con una notable dignidad. Social, profesional y humana.
Por tanto, creo que no pecamos de ilusos quienes creemos que son nuestros gestores políticos, y sólo ellos, quienes cada día nos están llevando a la desilusión, al suicidio, a la desesperación...
Por eso, estoy firmemente convencido de que “lo nuestro” tiene todavía solución. Y digo además que no hay que ir a la universidad para dar con ella...
Alguien dijo algún día que “de donde no hay no se puede sacar...” Y esto es tan lógico como su contrario. Es decir, que de donde hay se tiene que sacar…
Y nuestro país es todavía un país con infinitas posibilidades, con enormes recursos, humanos, técnicos, profesionales, de todo tipo... Que están, sin ninguna duda,muy mal gestionados, pésimamente gestionados... ante el aparente estoicismo/pasotismo general... Por lo que estamos padeciendo una solución absurda a partir de unas premisas claramente optimistas dentro de la realidad, crisis o como demonios quieran llamarla estos bautizadores de palabras que cada día nos están hipnotizando…
Y llegados a este punto, permitenos "corregir" al filósofo Heraclito.
Es verdad que todo fluye, que todo pasa, que no hay mal que cien años dure... Pero también lo es que está en nuestras manos, que sólo de nosotros depende el dar un cambio de timón que enderece definitivamente el rumbo de esta nave. Para que algo permanezca, para que nuestras circunstancias mejoren nuestro yo y el de nuestros hijos.
Porque todo esto tiene solución, porque es posible todavía, porque el tiempo se nos acaba, porque aún nos queda mucho que aprender... además de leer el diario Marca.
La impresión que yo tengo, lo que deduzco por lo leo y veo sin dejarme contagiar por unos y otros, es que tenemos crisis para
Eliminaraños. Llevamos casi 6 y me temo llegar a 15. Y la causa es la
cantidad de vividores que se ocupan de cosa pública, que quieren regir nuestras vidas implantando medidas de austeridad a los de abajo mientras que ellos siguen beneficiándose con privilegios y con engaños.
Ojalá me equivoque y los plazos se acorten. Un abrazo
Hasta no hace mucho, me sentía orgulloso de pertenecer a un pueblo que, aunque en él abundaban los pícaros, también eran numerosos los hombres de honor.
ResponderEliminarLeyendo tu artículo, Alfonso, me han venido a la memoria "las pinturas negras" de Goya. EL, con trazos geniales, nos presentó unas situaciones duras y trágicas. Tú, utilizando la palabra, con tu destreza habitual, nos describes escenas de nuestra vida actual, tan desagradables y terribles, como las que delatan la putrefacción de la sociedad en que nos ha tocado vivir.
Mas lo peor no es constatar esto. Lo realmente malo, es que yo, salvo intervención divina, no creo que el estado de corrupción generalizada, tenga arreglo, pues andan necrosados todos y cada uno de los estamentos. No se libra ninguno.
Tendrían que ser los políticos quieres legislaran para evitar estas situaciones, regulándolas y penalizándolas, pero, de hacerlo, se les vendría abajo "el chiringuito" que tienen montado y que tan buena vida les reporta.
De todas formas, ¡Ojalá hubiera más personas que, como tú, denunciaran estos hechos y nos removieran las conciencias!.
Pido perdón por mi desánimo.
Un abrazo.
M. Poyato.
Me duele, pero tengo que compartir tu desánimo. No veo medidas
Eliminarque nos vayan a sacar del cenagal en que nos han metido nuestros dirigentes. Y lo siento más que nada por los jóvenes, cuyo porvenir lo veo muy amenazado. ¿Cuándo llegará esa luz que, dicen, ya se acerca y que yo no vislumbro por ninguna parte?
Un abrazo
Hay un gran número de artículos que van de ordenador en ordenador, de correo en correo, de comentarios y debates en programas televisivos y toda clase de medios de comunicación, que, incansablemente, ponen en evidencia la nula predisposición de los dirigentes de nuestro país en ponerle remedio a los males que aquejan a nuestra sociedad. Nos tienen ya acostumbrados a pensar que no tienen voluntad de arreglar este desaguisado en que nos tienen inmersos. Nos van quedando pocas esperanzas de que surja alguien con capacidad y firme voluntad de sacar a flote a nuestra GRAN NACIÓN. Son los políticos los elegidos para llevar a cabo esta gran empresa, pero han perdido todo nuestra confianza, pues vemos que han montado "su chiringuito" únicamente para su propio provecho. ¿Cómo vamos a fiarnos de los de izquierda sin han sido ellos los que nos hundieron en el hoyo? Y los de derechas con su mayoría absoluta ¿han hecho algo que valga la pena? Nos subieron los impuestos para pagarles buenos sueldos al casi medio millón de políticos enchufados que su único mérito es haberlos puesto a dedo, ya que, la mayoría, no tiene titulación académica de ninguna clase como se requiere para cualquier puesto en la administración del Estado. Y encima apropiándose de todo lo que pueden de manera ilegal. ¿Por qué no le aplican un gran ERE a todos esos mangantes?
ResponderEliminarDebía de ser que los que quieran SINDICATOS que los paguen, y los PARTIDOS igual. Así están en otros países y viven mejor.
Amigo Alfonso: Presiento que tu artículo, que tan magistralmente has fraguado, caerá en saco roto si Dios no lo remedia. Pero hay que ser optimistas y pensar que ha de venir algún verdadero salvador de la Patria que ponga las cosas en su sitio. Entonces la corrupción (que ya parece putrefacción como tú la calificas) se acabará y seremos todos felices y comeremos ...
José García moya.
No veo ningún motivo para el optimismo. Quizás yo soy pesimista
Eliminardesde siempre, pero me temo que esta crisis nos va a durar muchos
más años de los que llevamos en ella. Un abrazo
Desgraciadamente, la situación en este país es muy mala, rozando la desesperación. Y, desgraciadamente también, en esa situación sí que hay coincidencia general, mayoría absoluta. Y lo que es peor, una clara sensación de impotencia se está apoderando de todos nosotros... E incluso el convencimiento de que esto ni ha tocado fondo ni tiene solución...
ResponderEliminarOtra cosa en la que también parece haber una coincidencia general es en que ni políticos ni sindicatos parezcan estar por la labor de cambiar las cosas. Ni siquiera un poco...
Sin embargo, se puede.
Y tanto que se puede!!!.
Y por favor, no toméis la frase como un slogan publicitario. Estoy totalmente convencido. Necesitamos creer que, entre todos, podemos y debemos sacar esto adelante. Ahí está el ejemplo de Gamonal, de la privatización sanitaria en Madrid, de la reducción importante de indultos en 2013… Y ninguna cosa regalada. Todo por la presión popular...
Un pueblo desanimado es un pueblo entregado, un pueblo vencido. Por eso, no podemos dejar que estos gestores de nuestra política acaben definitivamente con nuestras ilusiones ni con nuestra historia....
Por tanto, mi convencimiento es muy claro.
Esta "chusma" no va a ceder, no va a solucionar "nuestros" problemas. Al contrario, cada día que pasa es todavía peor que el anterior. Y así van ya seis años. Por decir algo...
Podemos cambiar la situación. Debemos cambiarla. Tenemos que cambiarla... Y lo tenemos que hacer nosotros. Porque es posible. Nos lo tenemos que creer. Otros ya lo han conseguido.
El tiempo que ya se acaba nos dirá finalmente si lo que hoy escribimos es un cuento de hadas, de sólo y nada más que buenas intenciones o el principio de un propósito de enmienda. Que ya toca!
Hasta aquí hemos llegado. La situación es insoportable. En nuestras manos está el cambiarla.
Sí, podemos!!!
He leído tu comentario casi más veces que mi artículo. Me siento
Eliminarmuy identificado con lo que expones, pero a mí me falta esa fuerza
y ese arranque de optimismo que tú posees. Ojalá seas tú el que
aciertes en todo. Un abrazo
Gracias por la
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