viernes, 12 de septiembre de 2014

ESCÁNDALO. ES UN ESCÁNDALO


    Cada día un sobresalto, una vergüenza. Los engaños, los abusos más o menos simulados, diferidos o   legitimados, inundan ya toda España y alcanzan a casi toda Europa.  Dejaré para otra ocasión las interminables corrupciones de los Eres, los Bárcenas, los Pujoles, los Fabras, la Gurtel, etc, porque estas causas no se acaban nunca. Pero la noticia que hoy me hace hervir la sangre es la que se refiere a los sueldos de los comisarios y subcomisarios europeos. Ha sido leerla y lanzarme al teclado para compartirla con quienes no quieren cerrar los ojos y tragar sapos a diario. Se trata de lo siguiente:

   El parlamento europeo está integrado por 751 diputados elegidos entre los 28 estados que componen la unión europea ampliada. Los sueldos de los eurodiputados superan los  8.000 euros mensuales, cantidad muy excesiva para el escaso trabajo que realizan. Hay que hacer la excepción de los eurodiputados de Podemos que se han comprometido a no cobrar más de 1.900 euros al mes y, por ahora, lo están cumpliendo y entregan lo restante a asociaciones benéficas.

  Pero lo verdaderamente indignante es el sueldo de los altos miembros del ejecutivo europeo, comisarios y subcomisarios. Estos señores se han asignado y perciben legalmente 20.800 euros mensuales, más 3.000 euros en concepto de dietas y representación. También son gratis sus gastos de transporte, vuelos, trenes, taxis y hasta habrá alguno que incluya los billetes de autobús. Para que todo el mundo lo entienda, cobran unos 4 millones de pesetas al mes; es decir, lo que un diplomado mileurista puede ganar en dos años a jornada completa.

 Ojo a los datos.  Al incorporarse por primera vez al cargo, los nuevos comisarios tienen derecho a paga doble para afrontar los gastos de "instalación" en el país belga. Todavía más, porque al dejar el cargo los comisarios tienen derecho a otro mes de finiquito salarial, así como a una paga, durante 3 años, de una cantidad aproximada a la mitad del sueldo de comisarios. Casi nada. Pero aún hay más, esos señores reciben, al cumplir los 65 años, una pensión vitalicia, cuyo importe oscila entre el 50% y el 70% del sueldo de comisario en activo.

El colmo de la desvergüenza se cumple cuando estas señorías del ejecutivo parlamentario se permiten aconsejar o exigir, según los casos, que el salario mínimo y las pensiones de los trabajadores españoles deben bajar o por lo menos no superar los 600 euros mensuales; así como que la prestación para los desempleados debe ser controlada con toda firmeza durante los 6 meses que, como máximo, deben percibir para no relajarse en la búsqueda de empleo.

¿Se pueden permitir estos abusos ante países como España, Grecia y Portugal, con una tasa de paro rondando el 25%? ¿Se pueden aceptar y poner en marcha estas medidas en un país como el nuestro, en donde el paro del personal ti-tu-la-do triplica la media de la OCDE?

 Hay que ser cínicos compulsivos, caraduras e inmorales para permitirse trazar estas reglas. Ellos, los de arriba, no paran de darse derechos y legislar a su favor. Los de abajo, a callar y aceptar sus medidas dictadas "por el bien de todos". De todos ellos.

 








    6 comentarios:

    1. Amigo Alfonso: Me temo que tu bien elaborado artículo titulado ESCÁNDALO, ES UN ESCÁNDALO, como la canción del famoso RAPHAEL, será como “LA VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO”. Porque los políticos se han creado un ambiente tan favorable para ellos, que ya nada ni nadie puede atreverse a cambiarlo, pues, si alguien lo hiciera, sería mirado con tan malos ojos que tendría que dimitir o amoldarse a lo de todos.
      El Partido PODEMOS ¿se mantendrá mucho en su sistema de contención salarial? ¿No saldrán muchos politicastros para ponerles zancadillas por ponerlos en evidencia? También puede pasar que, con el tiempo, se contaminen de la gran corrupción que les rodea y se vuelvan como todos.
      Es que vemos que hay muchos, que se proclaman de izquierdas y defensores de los más humildes, y se están sentando en los banquillos de los juzgados acusados de multitud de fraudes.
      Se dice que no hay que perder la ESPERANZA, pero ¡QUÉ POCA NOS VA QUEDANDO!
      José García Moya

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    2. Tu comentario en muy sensato en todo lo que dices, pero habrá que seguir aireando estos escándalos aunque sirvan para muy poco.
      Gracias por leer y pensar.

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    3. Efectivamente, todo esto, que tan documentadamente expones, es un escándalo. Un escándalo mayúsculo. Otro más. Y van…
      Por otra parte, la deuda pública sigue creciendo y llega ya a superar el billón de euros. Otro escándalo. No sólo porque, como se demuestra, los recortes y las recetas de austeridad dogmáticas no resuelven nada sino porque, si alguien todavía tiene dudas, algo muy gordo no cuadra. Va contra toda lógica que a más esfuerzo y austeridad la contrapartida sea precisamente una deuda mayor… que, por otra parte, tampoco se justifica sólo con los escándalos de nuestros representantes europeos…
      Esto se tiene que explicar. Y se tiene que explicar bien. Porque si no, uno empieza ya a tener la convicción clara de que todo esto es un expolio total, brutal y descarado de una casta, de unos cuantos hacia el resto de la población. Con premeditación, alevosía e impunidad total.
      Personalmente, y creo compartir este sentimiento con bastantes personas, creo que basta ya de denunciar acciones y omisiones de quienes un día tuvieron el privilegio de recibir el encargo de un buen gobierno durante unos años. Ha llegado la hora del cambio. Ya no valen argucias ni encomiendas… Porque esta historia dura ya algunos no pocos lustros…
      “Tempus fugit”. Se nos acaba el tiempo, se agotó el crédito. Démosles donde más les duele. No nos representan, no los queremos. E irse no se van.
      Echémoslos de una vez…!
      Pero, eso sí, que devuelvan lo robado, que rindan cuentas de sus gestiones, de sus probadas “incompetencias”.
      Puede que esto, tan simple, haga “bajar” nuestra deuda pública a su décima parte…
      O tal vez menos…
      A qué esperamos? De qué nos quejamos?
      Se puede?
      Se debe… Por nosotros… Pero también, y sobre todo, por las generaciones que nos siguen…

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    4. Complementas y aclaras muy bien las contradicciones que se desprenden de los datos reales. Los poderes, los de arriba, dan por descontado que la mayoría de los ciudadanos no ejercitan el pensamiento ni la inteligencia con tanta valentía, como tú lo haces. Gracias.

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    5. Nada de escándalo. Los sueldos de los diputados son acordes con los de quienes, como Juan Rosell, Emilio Botín, Isidoro Álvarez, Juan Roig y tantos otros, les aúpan a esos cargos políticos desde los que defienden sus posturas de flexibilidad laboral, menos salarios y más beneficios empresariales y financieros. Es a ellos, y no a quienes votamos, a los que representan y para los que legislan.

      El verdadero escándalo es que haya gente que les siga votando y creyendo sus infumables justificaciones de esta descomunal estafa de la que, tanto PP como PSOE, son cómplices y beneficiarios. Las puertas giratorias son prueba de ello, así como los sobornos descarados que reciben estos partidos a cambio de decretos y actuaciones que benefician a los corruptores y de los que se benefician los corruptos.

      Ahora, con el miedo como indumentaria, hablan de regeneración política quienes han degenerado brutalmente la democracia. Como ejemplos, el ministro de energía (estafa eléctrica, penalización de las renovables y destrozo del turismo canario en beneficio de Repsol) que ya cobrará los servicios prestados en cuanto deje el cargo; o Arias Cañete, que vende sus acciones petrolíferas en un gesto populista y que también será recompensado en su momento por las empresas a las que beneficia; o el ministro de defensa, ejecutivo de empresas de armamento que hacen negocio bajo el paraguas de su ministerio; o Gallardón, que no tiene empacho en aplicar indultos tramitados por su propio hijo; o el mismísimo Rajoy, que beneficia a su gremio registrador asignándole servicios que hasta ahora eran gratuitos.

      El escándalo es que sigan riéndose de sus pueblos respectivos y que la ciudadanía no reaccione de forma contundente. El parlamentario ucraniano arrojado a un contenedor de la basura es un acto política y socialmente incorrecto, pero es toda una metáfora de lo que habría que hacer en muchos casos. No hay contenedores para tanta basura.

      Salud

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    6. Pues, sí. Nada que objetar a tu contundente comentario.
      Salud.

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