miércoles, 26 de agosto de 2015

A LA CARCEL POR REBELDE

    La abuela canaria ya está en la calle gracias a la presión social, pero ha sufrido la cárcel unos días. Tenía que ser así. Es la prueba de que la justicia funciona. No es para menos dada la gravedad del descomunal delito cometido contra el medio ambiente. A esta sexagenaria que llevaba 16 años viviendo en su modesta casita campestre y por la que pagaba sus correspondientes impuestos, cuando vio que ya no tenía espacio suficiente para alojar a su numerosa familia, se le ocurrió un plan siniestro y decidió ampliar su "mansión" con un cuartucho más para que sus nietos pudieran dormir menos hacinados.

  Cuando la consejería medioambiental tuvo conocimiento de esta infracción urbanística, le pareció un atentado contra el parque rural canario y le abrió un expediente sancionador al que siguió un juicio que culminó en sentencia de 6 meses de cárcel, una multa de 700 euros y la orden de derribar la obra magna. La abuela pagó la multa, pero no obedeció la orden de derribo por no tener otro sitio en donde vivir y ahora la juez, ley en la mano, la declaró en rebeldía y ordenó su ingreso en prisión. Para que aprenda a respetar el imperio de la ley. Eso.

 Todo España ha clamado contra esta medida tan dura, pero no hay nada que hacer. Por lo pronto, la anciana entró en la cárcel. No es lo mismo que se ha hecho con Urdangarín, Blesa, Rato y compañía, pero Rajoy ha dicho que el Gobierno la indultará YA porque "se ha creado una situación profundamente injusta y hasta absurda". O sea que ha dado a entender que, en este caso, la Justicia ha actuado injusta y absurdamente. ¿No es esto casi prevaricar?

 Y uno se pregunta: ¿cuántos miles de parcelaciones y viviendas ilegalmente construídas están diseminadas por todo nuestro país? ¿Cuántos de estos propietarios y constructores están en la cárcel por tal motivo? Ninguno. ¿No es labor de los jueces utilizar el sentido común al aplicar la ley o han de ceñirse exclusivamente a la letra de la ley? ¿Para qué queremos jueces ejerciendo absurdamente tan alto ministerio? No se han contemplado atenuantes de pobreza, edad avanzada, enfermedad de diabetes ni familia numerosa con menores de por medio. Nada. La ley es igual para todos (??) y se ha aplicado con contundencia.

  Todo lo contrario que la actuación emprendida contra los  Aznar-Oriol. Esta familia se había construído una mansión de fábula en el Parque Nacional de Cabañeros. Hace unos meses aprovecharon una licencia pedida para mejora de calefacción y saneamientos y, por su cuenta, construyeron además 16 aparcamientos y una explanada donde vaciar los venados de sus monterías.  Aunque la infracción ha sido calificada de "muy grave" el caso se ha resuelto con la multa mínima aplicable y no se le ha citado a juicio por tal ilegalidad. Ellos pagarán, no pisarán juzgados ni cárceles y seguirán disfrutando en ese paraje protegido.
Una vez más se puede comprobar que la justicia funciona mejor....contra los de abajo.




6 comentarios:

  1. Gracias, Alfonso, por mantener viva la inquietud ante los crecientes problemas de nuestro pueblo. De escándalo en escándalo, y tiro porque me toca. Y esta situación, desgraciadamente, ni es nueva ni parece que tenga fin.

    Con lo fácil que sería, si se quisiera... Bastaría con la separación de poderes para tener unos jueces independientes que juzgasen con la misma vara todos los hechos, denunciados o por denunciar... Si no, pasa con la justicia a quello que ya dijo hace años un alcalde de Jerez...

    Luego no hay voluntad alguna por arreglar esto.

    Y sálvese quien pueda...!

    O no. Y tenemos todavía en nuestros votos / papeletas la oportunidad de, por supuesto, agradecer los abnegados servicios prestados, etc. etc. y despedir con un “hasta nunca” a quienes, con nombres y apellidos nos llevan a casos como el que tú denuncias. Y es una aguja en un pajar.

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    1. Pues todavía hay muchos que piensan que se está luchando fieramente contra la corrupcion y que se está ejerciendo como nunca la transparencia. Y esos muchos no son solo politicos activos, sino también decenas de periodistas inagotables y miles de ciudadanos que piensan y dicen que las cosas van mejorando porque a algún familiar suyo le han contratado por cuatro horas a la semana.
      La justicia no es un cachondeo, como dijo Pacheco. A mi juicio, es una pena.
      Un abrazo

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  2. Amigo Alfonso: Tu artículo es perfecto reclamando por una justicia para todos, pero con humanidad con los más débiles.


    Tu relato de la anciana canaria nos recuerda aquello de que “las leyes deben servir a los hombres y no los hombres a las leyes”. Pero si se trata de un ciudadano de a pie, ¡pobre de él si se desmanda lo más mínimo! pues caerá sobre él todo el peso de la justicia más implacable. Pero tratándose de potentados y altos cargos políticos, “aquí paz y después gloria”.


    Ya no nos cabe la menor duda que los honrados trabajadores somos esclavos de la llamada clase política. Tenemos el ejemplo del recién dimitido ministro de Educación que, sin haber hecho mérito alguno, ha sido premiado con otro puesto bien remunerado en Francia.

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  3. Con tu comentario has captado la esencia de lo que yo he pretendido decir. Pero eso es lo que hay y lo que cada día tenemos que tragar ante estas conductas y situaciones tan injustas.
    Gracias por leer, pensar y opinar.

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  4. Apreciado Alfonso:

    Es complicado opinar sobre el caso. En principio, sería exigible el espíritu del latinajo "Dura lex, sed lex" teniendo en cuenta que las excepciones y las circunstancias atenuantes pueden servir para justificar a la abuela canaria de la misma manera que servirían para justificar el Algarrobico de Almería y tantos almacenes de aperos con solería de mármol, tres cuartos de baño, aparcamiento, cinco habitaciones, salones varios, cochera, piscina y calefacción central como hay a miles distribuidos por toda España a la espera de que la administración pública de turno los legalice.

    Es un tema complejo, muy complejo, en el que hay que tomar una prudente distancia emocional si se pretende que la justicia no sea eso en lo que la han (hemos) convertido: un asunto de dinero y no de Ley. En principio, la Ley califica y considera de determinada manera la habitación construida en un parque natural y propone las consecuencias para quien la ha construido. Cosa muy distinta es que la Ley sea susceptible de ir en contra del interés general o particular de las personas, los animales o las cosas, en cuyo caso habría que echarse a las calles para exigir su derogación o modificación por quienes tienen competencias para ello.

    No me veo apoyando, por mucho que duelan las circunstancias particulares, el no cumplimiento de la Ley porque ello implicaría mi apoyo a todos los sinvegüenzas que construyen dónde, cuándo y cómo les da la gana bajo argumentos sensibles y traicioneros como la creación de puestos de trabajo o ese "¿por qué no puedo hacer yo lo que han hecho muchos otros?" que ha dado lugar a disparates como Campo de Aras y Las Vegas.

    Lo que no es de recibo más que en una monarquía bananera como la que sufrimos en España es que se pueda y se deba considerar escandaloso el encarcelamiento de esta mujer por contraste con la triste realidad de que la mayoría de los delincuentes de cuello blanco y de la casta política no sólo no pisen la cárcel, sino que en muchos casos sean incluso premiados por sus evidentes delitos.

    Aquí, los gobernantes promueven la política delictiva de redes mafiosas como la Gürtel, los Eres o la Púnica y salen en los medios diciendo que no sabían nada (Aguirre y Chaves, por ejemplo), que ellos han sido los engañados (Susana y De Cospedal, por ejemplo) o que luchan contra la corrupción (Rajoy y Pedro). Tienen las espaldas cubiertas como Al Capone, un criminal que sólo pudo ser condenado por irregularidades contables. En España, ni eso.

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  5. Estimada y admirada Verónica: Tu comentario es tan completo y está tan bien razonado que es difícil argumentar algo en su contra, pero no se puede uno sustraer a la solidaridad con una persona declarada "en rebeldía" cuando vemos la cantidad de "alcapones" que, sin alzar la voz, se niegan a declarar y siguen tan tranquilos amparados en una presunción de inocencia y disfrutando de unos bienes conseguidos en total corrupción.

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