viernes, 29 de diciembre de 2017

LOS OTROS FRAUDES

 
   Aunque el presidente Rajoy, en su balance de fin de año, no ha dicho ni una sola palabra sobre la corrupción dentro o fuera de su partido, la ministra Báñez ha anunciado, campana en mano, que durante los cinco años que lleva al frente de Trabajo, la lucha contra el fraude laboral ha hecho aflorar 491.000 empleos irregulares y se han detectado 6.705 falsas empresas, lo que supone un impacto económico de 20.220 millones.

    La ministra se refiere con estos datos a las pymes y pequeños fraudes de autónomos, que son los más fáciles de detectar. Nada ha dicho del Ibex 35 ni de las grandes empresas, cuyos fraudes son más complicados porque tienen al frente de sus manejos a expertos en evasión de impuestos a través de paraísos fiscales.

   Habría que recordarle a la ministra y a sus inspectores que, si se aplicaran con la misma intensidad en otros sectores más poderosos, los millones recuperados serían muchos más, porque también son fraudes estos otros. Por ejemplo:

   - ¿No es fraude que el gobierno al que pertenece la ministra concediese en 2014, por la vía rápida del decreto ley, una indemnización de 1.350  millones  a las empresas promotoras del almacén subterráneo de gas El Castor, y que ahora, tres años después, el Tribunal Constitucional la ha anulado por haber sido concedida de forma irregular? ¿Cuándo serán devueltos a los españoles?

  - ¿No es fraude emplear 70.000 millones para salvar la banca en quiebra, asegurando que a los españoles no nos iba a costar ni un euro y ahora dicen que no se recuperarán ni 20.000 M? 

  - ¿No es fraude el facilitado a los 31.400 "patriotas" que tenían evadidos miles de millones y que, gracias a una amnistía fiscal (posteriormente declarada inconstitucional por el T.C.) pudieron regularizar su situación ilegal mediante una aportación minúscula.

- ¿No es fraude laboral el consentido a 6 personas afines al PP que han figurado durante años en nómina de la empresa pública Emucesa, en Granada, sin que conste que hayan asistido a su puesto de trabajo pero cobrando entre 34.000 y 36.000 euros anuales?

-  ¿No es fraude el permitido a 16 empleados de Ciegsa, empresa pública en Valencia, que sirvió para "colocar" a algunos exdiputados y exconcejales que no aparecían por su lugar de trabajo?

- ¿Fue fraudulenta la operación realizada por la alcaldía de Madrid en 2.013, al vender 1.860 viviendas de protección oficial al fondo buitre Blackstone, por 127 millones, precio de ganga, y al que regaló 13 cocheras de propina?

- ¿No son fraudes los cometidos a través de la Púnica, de la Gurtel y de los Ere, Taula, Campeón, Lezo, Acuamed, y  un centenar de "casos aislados" más, cuyos importes llevan años sin recuperarse?

  Es indignante comprobar que los éxitos del gobierno se centran en recortar y controlar a los de abajo (trabajadores, pensionistas, autónomos,etc.) y en facilitar el crecimiento de los de arriba. Por algo España es el segundo país de Europa en el que más ha aumentado la desigualdad entre las rentas altas y bajas, después de Letonia. Pero no importa: seguimos creciendo.
 

   

 
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8 comentarios:

  1. Comulgo totalmente con el blog. ¿ Creerán que desconocemos todas estas barrabasadas ?

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  2. ¿Seguimos creciendo? Ella y su gobierno lo hacen en cinismo y poca vergüenza. La Ministra del PParo y la PPrecariedad tiene esa cara que conocemos para mentir sin perder compostura, pero no es excepción sino la regla.

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    1. Además, esta ministra nos cree bobos y fácilmente manipulables. Por eso habla con tanto descaro.

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  3. Una vez más con Los Otros Fraudes pones el dedo en la llaga, demasiadas llagas, de nuestra política, de nuestra sociedad, porque desgraciadamente es una parte no pequeña de nuestra sociedad la que esta, de alguna manera, , tocada por la corrupción, aunque los políticos se llevan la palma en lo que si desapareciera beneficiaria a nuestros Pobres, que si que son muchos.

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  4. Son fraudes, sí, las piezas del puzzle que, una vez montado, nos muestra la imagen completa de la ESTAFA. Las piezas sueltas, siendo graves, muy graves, tienen poca enjundia si se compara con el puzzle completado. Todas las piezas están conectadas entre sí y conforman un todo que le da sentido a cada una de ellas. Tú señalas las piezas fraudulentas, graves, muy graves, y yo señalo la ESTAFA, la gran estafa sufrida periódicamente en nuestro país, nuestro continente y nuestro mundo: otra gente le llama CRISIS.

    Desde que acabó la esclavitud de látigo y grillete, el neoliberalismo se columpia en la dialéctica de movimientos pendulares que oscilan entre beneficio colectivo (tesis) y beneficio personal (antítesis), resultando siempre un quebranto del primero y un incremento del segundo (síntesis) para volver a empezar. Es la esclavitud neoliberal a la que se ve abocada la humanidad. Y es una estafa. Si así no fuere: ¡guerra, guerra, guerra!

    Vino una crisis, la enésima, allá por 2008 más o menos, y los del beneficio personal decidieron, como en todas las crisis habidas, ESTAFAR al 90% de la población simplemente proclamando que la banca había saltado y se aproximaba el apocalipsis si no se sacrificaban los derechos adquiridos durante largas décadas. Como siempre. Aparecieron sacerdotes (¿quién se acuerda hoy de Moody’s, Standard&Poors o Fitch Ratings?) y un nuevo concepto sagrado (la prima de riesgo) que embaucaron al mundo en el tapete donde se apuesta con las fichas de derechos y dignidades: los gestores del casino (FMI o BCE) dijeron “hagan juego” mientras pensaban “gana la banca”.

    Y nos mintieron, y nos robaron, y nos acusaron, y nos acosaron, y nos menospreciaron, y nos despreciaron... y nos ESTAFARON. Décadas de mejoras laborales, sanitarias, educativas, de libertades, de conquistas duras, lentas y sangrantes fueron recogidas en un santiamén por la pala de los tahures reconvertidos en crupieres. Nunca salta la banca, nunca, siempre saltan los bolsillos de quienes nada tienen que ver con el casino de las estafas. Y en eso estamos.

    España (como Portugal, Italia y Grecia, ¿recuerdan los PIG’s del neoliberalismo anglosajón?), es un país de perdedores, de derrotados, que prefieren morder al vecino y no a quien realmente los estafa. España es un país con la cultura del yugo tatuada en la frente y la de las flechas en el culo, por si alguien se desmanda. España es un país capaz de memorizar lo que salmodian al unísono gobierno, patronal y banca y sin descanso rezarlo. España vota a quienes la han estafado: PP, PsoE y Ciudadanos, estos últimos a prueba en el casino como recambio del viejo bipartidismo obsoleto.

    No es cierto que nuestros políticos lleven 40 años practicando la corrupción y legislando en contra de la ciudadanía, a favor de las élites. Eso ya se hacía en tiempos de los reyes godos. La ESTAFA es histórica y nos debieran preocupar quienes siempre mueven los hilos de los gobernantes, ya lo he dicho: la gran patronal y la banca. No parará la santísima trinidad neoliberal hasta que paguemos por respirar... por vivir y para vivir ya pagamos. Y quien no pueda, ya sabe: mortaja y sudario a cuenta de sus descendientes si no tuviera para pagarlos.

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    1. Completísimo en la exposición. Gracias, Verbarte, por tu comentario, irrebatible en todos sus puntos.

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