España parece un volcán. Da miedo leer la prensa o ver los telediarios pues arrojan noticias cada vez más alarmantes. Hoy, especialmente, cualquier medio que veas o consultes viene pleno de casos terriblemente desalentadores. La corrupción todo lo inunda. Pero, tranquilos, que esto tiene arreglo. Nuestras autoridades se van a emplear a fondo para dar a la nación el brillo y honor que le corresponde.
Ya se sabe que Bárcenas llegó a tener al menos 47 millones de euros en dos cuentas en Suiza. Que Díaz Ferrán hizo una quiebra fraudulenta con Viajes Marsans dejando en la calle a miles de trabajadores. Que Urdangarín ha seguido con sus cobros millonarios por la cara. Que Mesi, que Blesa, que los Eres, etc. Todos los casos se irán aclarando e indultando si hace falta.
Esto es vomitivo. De escándalo. Pero todavía resultan especialmente indignantes, por contraste, las tres noticias que comento a continuación:
El Ayuntamiento de Madrid ya tiene en marcha unas ordenanzas que van a dejar la ciudad reluciente como un sol. No se trata de librarnos de corruptos y chorizos, sino de imponer una multa mínima de 750 euros a toda persona que sea sorprendida hurgando en los contenedores de basura. O sea, que a los que no tienen trabajo ni modo de subsistir, se les prohibe hasta la "rebusca". Que se las apañen. O "que se jodan".
Y otra noticia igualmente "ejemplarizante". En Galicia un niño de 5 años deberá
pagar a Hacienda 17.000 euros por haber heredado la deuda de su padre que se suicidó por poblemas económicos con el fisco. La causa es, al parecer, que la tutora y madre del niño no renunció a la herencia en su momento, sino que, de buena fe, aceptó lo que le pudiera corresponder al niño para su crianza y educación. Pero Hacienda ya ha señalado que el chico también es responsable de esa deuda. Eso es eficacia.
Y la última, patética. Han quedado reducidas las becas de estudio y suprimidas las de muchos comedores escolares. Sin embargo, no se recortan los gastos de representación, las dietas y ayudas a la vivienda, esos grandes pluses que perciben los políticos que hasta tienen varios pisos en propiedad en la misma ciudad en la que residen y ejercen su actividad.
¿Hasta dónde va a llegar esta locura? ¿Quién le va a poner freno a tanto desmán? No se puede mantener más tiempo una ley tan permisiva con los poderosos y corruptos y tan rigurosa con los débiles. Hay alguna excepción, es verdad. Por lo pronto, la mujer que utilizó una tarjeta Visa ajena para comprar pañales a su hijo, ya no tendrá que entrar en la cárcel. Ha sido indultada. Igual que el Gobierno hizo con el banquero Alfredo Sáenz. Lo mismo que los militares condenados por el Yak 42. Igual que los 193 indultados por tráfico de drogas.
¿Es esto un consuelo o un escarnio? Esto es España. Hoy por hoy.
Respondo, querido Alfonso, a tu última pregunta. "ES UN ESCARNIO". Y añado cuantos sinónimos de esta palabra conozco: Befa, afrenta, mofa, burla, menosprecio, injuria, agravio, y vilipendio. En tus ejemplos, tres estamentos distintos, Consistorio de la mayor ciudad española, Poder Judicial y Gobierno, nos tratan de esta guisa. ¿Qué esperanza nos queda?. Sólo me viene a las mentes lo que escuché a cierto vendedor de rastrillo, a quien una mujer le preguntó: "¿Cómo puede dar Vd. los tomates tan baratos?". Él, con mucha flema, contestó: "Porque Dios es bueno y, de vez en cuando, hace milagros". A los creyentes, no nos queda otra. Y a los que no creen, si se ponen delante del tren, tampoco pierden mucho.
ResponderEliminarM. Poyato (aunque por ignorante del medio, figure como anónimo).
Lo que dice lfonso es lo que decimos todos los ciudadanos, pero el mérito está en que él lo dice MUY BIEN.
ResponderEliminarTu indignación es de una lógica aplastante. Todo el mundo, menos los políticos delincuentes (que son mayoría) y demás mangantes que campan a sus anchas sin importarles un pimiento el sufrimiento de la mitad de los españoles. Sí, todos lo sabemos y lo comentamos con asiduidad; pero tú lo has hecho con tal maestría y perfección como pocos saben hacerlo. Porque ¿Quién no ha oído hablar de Bárcenas, Díaz Ferrán, Urdangarín, Mesi, el caso Blesa, los ERES, etc.?
ResponderEliminarPero ¿cómo puede ocurrírsele a alguien multar a los que rebuscan en los contenedores de la basura? ¿De dónde van a sacar esos 750 euros de multa? Si tuvieran ese dinero ya tendrían para comprar algo con que paliar su hambre y no tendrían que rebuscar en la basura.
Los actuales gobernantes, puesto que cuentan con la mayoría absoluta, podrían hacer mucho más y más rápido para, al menos, paliar la penuria de tantas familias que viven en la miseria; porque todo el mundo sabe ya, y se oye por todas partes, que son los políticos los causantes de tanto dolor.
Prueba fehaciente son los siguientes datos: En España estamos costeando 86.000 concejales, 9.000 alcaldes, 17 presidentes de autonomías, más de 300 ministros. Casi 1.600 parlamentarios. 350 diputados. 300 senadores. 200 parlamentarios en Estrasburgo. 26 ministros. 200 directores generales. Más de 2.000 asesores. Unos 350.000 liberados sindicalistas. Ingentes cantidades de dinero a partidos políticos y sindicatos… Todos ellos acompañados por la numerosa camarilla de enchufados amiguetes. Se dice que en España hay un funcionario por cada tres habitantes, pero en USA, por ejemplo, uno por cada 145. En Alemania, Francia, Reino Unido, etc. tres cuartos de lo mismo.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar estas cargas? Mientras esto no llega te animo, amigo Alfonso, a que sigas escribiendo tus artículos delatando las tremendas injusticias de nuestra sociedad, porque tú sí que sabes hacerlo con inigualable maestría. Por eso puedes y debes contribuir, en lo que puedas, a que esta sociedad deje de ser tan injusta.
De manera clara e incontestable vas exponiendo, querido Alfonso, lo que es España, hoy por hoy. Consuelo o escarnio, allá cada uno con lo que se quiera reconfortar...
ResponderEliminarA mí hoy me gustaría, sin embargo, apostar por el consuelo y por la ilusión. Creo que es la única manera de salir del embrollo y confusión en que nos han metido. Inagotables en el esfuezo, cada día avanzamos un poquito más... hacia el precipicio. Con nuestro consentimiento, por supuesto, que todo hay que decirlo...
Y esto ya no tiene perdón.
O sea que si queremos repartir responsabilidades, aquí no se libra nadie, aquí hay para todos. Y no café, precisamente.
Y de aquí hay que salir, tenemos que salir. Y además con urgencia. Porque es posible todavía y porque el país de nuestros hijos, de nuestros amigos, de nuestros vecinos, así nos lo está exigiendo.
Por tanto, que no cunda el desánimo, por favor. Que siempre se ha podido, que siempre nos hemos levantado, que otros pueblos en peores circunstancias, lo han conseguido...
Así que,
Manos a la obra, ya!
A por ellos,este país tiene solución!