miércoles, 21 de octubre de 2015

LOS REGIOS COFRADES

  Aunque por causa de la crisis más de 200 medios han cerrado, todavía existen en España 355 empresas de radio, prensa, televisión e internet. Pues bien, es doloroso decir que, de todo ese censo, son muy pocas las que publican las noticias con independencia e imparcialidad. Hay casos que se airean a los cuatro vientos y otros se silencian de una manera vergonzosa. Por ejemplo, solo dos medios han tocado con mucha concisión el tema que voy a comentar.

  La familia real se ha dado cuenta de la importancia que tiene declararse devotos de la Semana Santa y aprovechan las buenas oportunidades que le son ofrecidas. Así pues, el actual rey Felipe VI ya ha aceptado el nombramiento de hermano mayor del Santo Entierro de Sevilla, y su consorte Letizia, antes agnóstica declarada, ha aceptado ahora el de hermana mayor honoraria de la hispalense Cofradía del Santo Sacramento. Pura fe y religiosidad. Sin rodeos.

    Pues bien, aunque el rey emérito Juan Carlos I acumula una ristra de títulos honoríficos, recientemente ha aceptado uno más. Ojo al dato:  Ya es hermano mayor de la Venerable Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, de Cuenca. Al parecer, la Junta Directiva tenía "cierta simpatía por la figura del ex-monarca y su papel institucional" y decidieron por unanimidad ofrecerle este honor.

  No es de extrañar. Todos conocemos los méritos institucionales de Don Juan Carlos: su jura fiel a los principios fundamentales del Movimiento ante el Caudillo; su noble acceso a la Corona mediante la abdicación "voluntaria" de su padre Don Juan de Borbón; y su valiente papelón defendiendo la democracia el 23-F.

  Es de suponer que la Junta de la Hermandad Penitencial también habrá valorado los méritos personales de Don Juan Carlos como modelo de padre y fiel esposo, la entrega desinteresada a sus amigos (alauítas,  kuwaitíes, saudíes) y amigas (Corinna y Cía.) y su sacrificada vida al servicio total de España. 

 No obstante, dado el gran nivel de exigencia religiosa del ex-monarca, la Zarzuela pidió a la Cofradía varios documentos previos. A saber: un plácet de la diócesis de Cuenca, para asegurarse el visto bueno del obispado; el acta fundacional y una génesis de la Hermandad explicando su historia y las actividades que realizan cada año, para cerciorarse de que la excelencia del regio hermano mayor no se empañe al entrar en un círculo menos penitente.

  Tras recopilar y enviar todos los documentos exigidos, Don Juan Carlos ha aceptado el nombramiento y la Junta Directiva le impondrá la medalla de hermano mayor, pero quieren que la Zarzuela les aclare si YA pueden añadir "Real" al título de su Hermandad que, como se puede deducir, no da puntada sin hilo.

  Aunque son varios los apodos que se barajan para adornar el  historial de Juan Carlos I (El Campechano, El Cazador, El Romano, El Designado) estaría bien que las hermandades al  unísono propongan que Don Juan Carlos pase a la posteridad con el sobrenombre de El Rey Cofrade. Se lo merece. ¿Quién lo duda?

3 comentarios:

  1. Te di en privado, y te la doy en público, mi opinión sobre el artículo. Si nos aplican la mordaza, al menos me queda el consuelo de compartir desventuras, pan y agua con una persona íntegra y ética, rara avis en las cárceles y entre la gentuza que nos dirige y gobierna. Ahí queda.

    El follón está garantizado porque vivimos en un país cuya bandera se ata al mástil con víceras y el cartero nunca llama dos veces por la sencilla razón de que es deporte nacional matar a quien da las noticias. Nada nuevo, ya lo sabíamos. Me llama la atención el hecho de que el nombre de la cofradía de Felipe debiera ser premonitorio del destino de la monarquía, de que la de Letizia sea la Hostia y de que Juan Carlos se beatifique mirando "pa" Cuenca, como dicen los maledicentes. No es de extrañar tales maridajes en un país donde la cruz y la espada mantienen una entrañable relación de fornicio y alivio mutuo desde tiempos inmemoriales, con memorables episodios durante el reinado de los Reyes Católicos y la dictadura del Generalísimo Franco. El heredero del dictador mantuvo el rumbo trazado en el Pardo y condujo la nave española desde la Zarzuela para arribar en el siglo XXI a un puerto donde el heredero del heredero de Franco y su plebeya esposa se presentan como los Reyes Catódicos en la era del plasma.

    No creo que apliquen la Mordaza a chusma pueblerina de provincias como tú o como yo. Quedaría tan ridículo como pedir prisión para el personaje que días atrás se cagó en la Guardia Civil ante el alcalde perroflauta y bolivariano de Cádiz. De hecho, yo pensaba, hasta que comencé mis estudios universitarios, que el tricornio era una suerte de escupidera invertida y reconvertida producto de alguna calentura bélica, como los inútiles botones que adornan las bocamangas de las chaquetas, cuyo origen no es otro que una imposición militar con la finalidad de evitar que la soldadesca se limpiase, a falta de servilletas, los hocicos con la manga de la casaca.

    Salud

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  2. Vengo aprendiendo de tí desde que entré por primera vez en tu blog de Apalabrado, muchos de cuyos artículos son para mí antológicos. Gracias por ayudarme a pensar algo más de lo que soy capaz por mí mismo. Y además, sin copago.

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  3. Nunca entenderé la obsesión de algunos por los Cofrades. Obsesión totalmente interesada desde la negatividad porque solo les interesa sacar a la luz lo que, de forma absurda, les parece mal o digno de crear polémica. Cuando usted, señor Jiménez, saque también artículos hablando de la encomiable labor que los cofrades desempeñan en caridad, asistencia a los mas necesitados, e incluso de protección del patrimonio y algunas artes, entonces, señor Jiménez, sus artículos me parecerán mas respetables.

    Pena dan otra opiniones ancladas en tiempos pasados de los que ni tan siquiera, a buen seguro, vivieron en sus carnes sus ilustrados autores. Tiempos hoy día contados de forma manipulada para contentar a gente siempre descontenta con todo.

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