Lo de siempre. Cada día salta alguna noticia que avergüenza e irrita al más pacífico de los ciudadanos de nuestro país. Y lo curioso es que las cadenas Telecinco y la Sexta la han dado en sus telediarios, pero los grandes medios impresos la han dejado pasar en silencio casi total, sin dar importancia a este asunto que ha sido más o menos así:
- Si a esto no le ponemos freno, puede ser peligroso. Así lo estaban comentando un par de inspectores de Hacienda de Murcia cuando se enteraron de que los pensionistas del pequeño pueblo de La Viña se reunían los jueves por la tarde para unos sorteos de bingo en el club de mayores.
- A por ellos, aún estamos a tiempo -respondió el otro de acuerdo con el plan.
Y sin más preámbulos, ambos se dirigieron al centro infractor para poner las cosas en orden. Con suma diligencia requirieron la presencia del presidente del club, le comunicaron la apertura de un expediente sancionador y le exigieron el inmediato cese de aquella actividad lucrativa fraudulenta.
- ¿De qué fraude están hablando? -respondió algo enfadado el pensionista-jefe. "Nosotros lo que hacemos es distraernos un rato jugando cartones a 10 céntimos, con premio de 2 euros la línea y 3,50 el bingo. El importe recaudado con los premios no es para lucrarnos, sino para cubrir los gastos de dos comidas extras por Navidad y Reyes".
No se ha sabido nada más sobre el final de este incidente berlanguiano, pero provoca indignación y bochorno en la España de hoy, en la que cada día se producen fraudes y estafas millonarias, comprobar que Hacienda desperdicie su gravoso tiempo en expedientar a un centro de jubilados y no se dedique en cuerpo y alma a investigar los innumerables fraudes estratoféricos que algunos políticos, banqueros y gentes de mal vivir cometen casi a diario.
¿Cuándo se van a aclarar los impresionantes patrimonios de la honorable familia Pujol? ¿Cuándo nos darán explicaciones sobre el ático de Ignacio González o los millones acumulados por los directivos de la quebrada CAM? ¿ Y por qué no se les ha abierto con rapidez expediente a los miles de españoles que figuran en la lista Falciani, que, en lugar de ser sancionados se les ha ofrecido la posibilidad de acogerse a una cómoda amnistía fiscal? ¿Cuándo se van a decidir a meter mano de una vez a las tarjetas black de Rato, Blesa y compañía y a tantos fraudes como se han cometido con los Eres y los cursos de formación montados por patronal y sindicatos en Andalucía, Madrid y Galicia?
Hace falta tener un temple de acero para no saltar ante una barbaridad como la iniciada contra los pensionistas de La Villa. ¿Habrá sanción? Sensatez, por favor.
Creíamos que con los gestores de nuestra economía y de nuestra política habíamos alcanzado ya lo inalcanzable en cuanto a sustos y sorpresas se refiere.
ResponderEliminarY mira por donde vienes tú, Alfonso, y nos sorprendes nuevamente con otro relato, escandalosamente cierto...
Y mucho más si lo comparas con otros tantos escándalos con los que a diario nos desayunamos y que, por lo visto, no parece que hay prisa alguna ni en que devuelvan lo robado ni en que paguen por la forma en que han estado sistemáticamente engañando a todo el que han podido...
Dicho lo cual, no sé ya a dónde apelar para intentar mínimamente encontrar un poco de lógica a tanto desvarío. Que, por supuesto, no acaba aquí. Porque, ya en el colmo de lo absurdo, estos individuos saqueadores de lo ajeno, con nombres y apellidos propios que ahora, en el libre ejercicio de su libertad, se vuelven a presentar para renovar nuestra confianza en la gestión pública, dicen los sondeos que los volveremos a tener nuevamente... Vaya, que volverán a ganar...!
Y yo no me lo quiero creer.
Qué tiempos estos, verdad? Y qué costumbres, que decía alguien...!
Qué han de hacer estos saqueadores profesionales, que no hayan hecho todavía, para darles dentro de unos días con las urnas donde más les duela?
He llegado a entender lo de la memoria escurridiza, frágil, etc. de la condición humana. Pero, aún así y en nuestro caso concreto, aquí hay algo más, y que cada cual le ponga el adjetivo que mejor le vaya, para entender este sufrimientio nuestro diario y permanente que, visto lo visto, hasta pareciera que lo encontráramos agradable o, al menos, como consustancial con nosotros mismos... aunque vaya contra toda lógica, inclusive la más elemental.
Amigo Alfonso, “martillo de herejes”, continúa, por favor, incansable al desaliento, con tu Carpintería, aldabonazo de tantas conciencias por tanto tiempo dormidas...! Lo que estamos viendo no puede ser cierto, tiene por fuerza que ser una terrible pesadilla. De la que hay que despertar cuanto antes...
Querido amigo, has hecho un comentario que mejora notablemente lo que yo he escrito y te lo agradezco de verdad. Por desgracia, no es una pesadilla lo que estamos viviendo sino una realidad lamentable que se está prolongando mucho con la aprobación de gran parte de la ciudadanía que no se esfuerza lo más mínimo en pensar. Menos mal que tú formas parte de ese tercio de españoles que leen, observan y raciocinan con ecuanimidad. Gracias y un abrazo
ResponderEliminarMinucias, carpintero. Pequeñas insolencias que distraen al personal.
ResponderEliminarPP y PSOE llevan cuarenta años promoviendo delitos a gran escala con premeditación y alevosía. Todos los que nombras son delitos husmeados por la (in)Justicia con pereza y desidia al compás que le marcan el Ministerio de (in)Justicia y La Moncloa. Dan una apariencia de normalidad y buen funcionamiento de unos poderes, legislativo y judicial, lastrados por la pesada coraza que portaron con lozanía durante otros cuarenta años anteriores a los últimos vividos.
Pero hay otros delitos, más graves aún si cabe, también asumidos por la ciudadanía como inevitables con ese espíritu catolicista inculcado a golpe de hisopo y Decreto Ley. Me refiero al robo a gran escala, a la estafa impune legalmente, a las siete plagas del siglo XXI, al oráculo de las vacas gordas y las vacas flacas, al cuento de la lechera, a la crisis/estafa que nos ha desnudado de derechos y dignidad, a las comisiones y productos tóxicos de la sagrada banca (origen de la crisis), a los mafiosos oráculos de las agencias de calificación (cómplices ejecutores de la misma), al evidente robo de las facturas energéticas, al sangrante expolio de las empresas de telefonía, a la abyecta política de contratación practicada por la patronal al amparo de una reforma laboral ejecutada a su gusto y medida, a la ignominiosa avaricia de la industria farmacéutica y a tantos y tantos delitos de lesa inhumanidad que nos son ofrecidos como panacea.
Preparémonos para lo peor. El bingo de La Viña se puede equiparar a la actual situación que padecemos, una uva comparado con lo que se nos vendrá encima cuando se apruebe la rapiña y el saqueo a escala global que supondrá el Tratado de Libre Comercio (TTIP) que con nocturnidad están cocinando los cuarenta, ni uno más, de Alí Babá en las cuevas de Bruselas y Washington.
Preparémosnos para lo peor. Los mentirosos compulsivos que nos gobiernan vuelven a ensayar la guerra, otra vez a las puertas de Europa, entonando himnos y ondeando banderas para dar cobertura patriótica a la cruel sinrazón de sus bélicos negocios de sangre y fuego. Los europeos, los españoles más que nadie, tienen aprendido el odio al prójimo y, después de robarnos la bolsa, harán que nos quitemos la vida, unos a otros, como viene siendo, desde los albores de la humanidad, el acostumbrado destino de cualquier pueblo sometido al hambre y la incultura.
Preparémonos para lo peor. Ganarán y gobernarán España Mariano o Albert, reencarnación hispana y moderna del latino dios Jano, el de las dos caras, para mayor gloria del verdadero y universal dios que todo lo ve y todo lo dispone en éste y en el otro mundo: el capital.
Tu comentario me desborda. Es demasiado completo y no soy capaz de añadir otra palabra que gracias por leer mis líneas y por ayudar a reflexionar.
EliminarAmigo Alfonso: He leído detenidamente tu artículo sobre el bingo del club de pensionistas, como también el magnífico comentario de Angarrub. Vuestros escritos demuestran que todo lo que tocan estos politiquillos indecentes, va dirigido a machacar a la clase más vulnerable y menos pudiente. Yo creo que con los grandes no se atreven, no sea que les muestren las uñas, ya que, tanto unos como otros, tienen cosas graves que ocultar, y si tiran de la manta…
ResponderEliminarEsto de los abuelos del bingo, que tú comentas con tanta maestría, me trae a la memoria un caso similar que hemos visto en la tele hace muy pocos días. Se trata unos guardias civiles que, con su coche, se adentraron en un bosque de pinos por un carril casi impracticable. Allí esperaron a que regresaran varios rumanos que habían ido a buscar níscalos para venderlos a tres euros el kilo, o menos, para poder comprar algunos alimentos con que subsistir. Supongo que los números de la Benemérita no actuaban por propia iniciativa, sino cumpliendo órdenes superiores. Pero sea como fuere, esas criaturas no pretendían hacer daño a nadie y no les quedaba otra alternativa para ganarse el pan, que buscar níscalos en el monte o delinquir robando, ya que otro trabajo es imposible encontrar con la que está cayendo. ¿Tan malo es buscar níscalos en el bosque para comprarse “un cacho de pan”? Era vergonzoso ver como corrían los números de la Benemérita persiguiendo a los pobre buscadores de setas como si de grandes delincuentes se tratara.
Casos como estos hay a montones, pero las conciencias de los que mandan están muertas o demasiado aletargadas. Tú que sabes poner bien los puntos sobre las íes en tus escritos, no te desanimes en delatar a los que dan órdenes y dictan leyes que solo favorecen a los de arriba. ¿Habrá algún POLÍTICO en quien podamos confiar nuestro voto ahora que se aproximan los comicios?
JGM. Villanueva de Córdoba 1-12-15.
Yo también vi el caso ese de los buscadores de setas. Creo que fue en Equipo de Investigación de una cadena. Parece mentira cómo se investigan algunos casos pequeños. Coincido con tu opinión y será difícil acertar con el voto. Gracias por leer, pensar y opinar.
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